domingo, 22 de enero de 2012

Dejar de morir...


Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta
o bien no conversa con quien no
conoce.

Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones
destrozados.

Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...


Algunas veces en mi vida tomé decisiones para cambiar de rumbo pensando que solucionando un problema conseguiría solucionar los demás. En esta ocasión, no trato de girar el volante para esquivar un solo bache sino que he dado un volantazo para dejar todos y cada uno de ellos atrás. Soy muy consciente de que no es un camino de rosas el que me espera, pero por un instante conseguí ver un horizonte marino de paz aguardando mi llegada y allí es donde me dirijo.

The Waterboys - This Is The Sea (1985)