miércoles, 21 de marzo de 2012

Tiempo...


Dicen que el tiempo pone las cosas en su sitio. Yo por lo menos lo digo y lo dije. Cuando esto ocurre, siempre se asume que desde luego, el sitio nunca será el mismo ya que no daría uno tiempo al tiempo para reubicar algo que ya está reubicado, pero también es verdad que esperaba algo muy distinto de lo que finalmente el tiempo hizo con las cosas. Ahora, desde la distancia y con el paso del tiempo, ese que reubica, hay algo que está realmente claro: si las cosas nada interesan, nunca habrá un lugar donde colocarlas. Y me pregunto... ¿para qué darle tiempo al tiempo entonces?