No sé que coño me pasa en esta casa
que no consigo dormir. Y aprovechando que me acompaña el Sr.
Insomnio y que el hombre es más aburrido que una ostra, pues he
buscado entretenimiento en mis pensamientos y he recordado una
conversación o más bien dos, porque tuve que hablarlo y explicarme
en dos ocasiones.
Un día mi psicóloga me dijo que tengo
tendencia a sentirme culpable por las cosas que me ocurren con
respecto a los demás o que ocurren a mi alrededor y que de alguna
forma me afectan. Comentándolo con MI amiga, que se conoce casi
palmo a palmo mi vida, me dijo que la psicóloga tenía razón. Vamos
a ver. Yo no me considero responsable única de lo que acontece.
Simplemente es que al igual que todos, perfecta no soy y cuando
tengo que razonar sobre algo, lo hago basándome en el todo pero
fundamentalmente basándome en como he reaccionado yo. Puedo hacer
muchas cosas, pero creo que lo primero que debo hacer es juzgarme a
mi misma. El hecho de que los demás no lo hayan hecho bien, es
problema de los demás y puedo valorarlo también, pero eso no me
exculpa a mi de mis actos cuando me equivoco. Cada uno que se juzgue
a sí mismo si lo cree conveniente y si no, pues allá cada cual. Yo
procuro pensar en si lo que he hecho está bien o mal, si debía o no
haber hecho otra cosa y procuro después de todo, asumir y reconocer
mi parte de culpa cuando considero que la tengo, que a ver, no
siempre la tengo, ¿vale? Me parece además lo más ético tanto
para conmigo como para con los demás. Y por otro lado, como solemos tropezar por desgracia varias veces con la misma piedra, pues intento que me
sirva para evitar más tropiezos y para enfrentarme a las cosas con
algo más de conocimiento. Es que no sé de qué otra forma se pueden
analizar las situaciones y por otra parte, no le veo ningún
tremendismo a reconocer los errores, ante mi y ante los otros. Y los
míos, ya lo he dicho, no los de los demás. Y claro, si los demás
se comportaran de distinta forma, pues yo quizás no hubiera
reaccionado igual. Joer, pues qué perogrullada me cuentas. Y si mi
abuela, pobrecita mía, tuviera ruedas, pues sería una bicicleta.
Claro!!! Pero también podría ser que aún comportándose la gente
como lo hace o lo hayan podido hacer, yo podria haber hecho las cosas
de otra forma y no de la forma en que las hice, ¿verdad? Pues ese
es el tema. Da igual como los demás hagan las cosas, de lo que se
trata es de como las hago yo. Esto no me convierte en única
responsable del acontecer de todo, me convierte en responsable de mis
actos y mi sentimiento de culpa, el que a veces trato de expresar,
es precisamente este, el mio.
Probablemente habrá quienes, formando
también parte de los acontecimientos, asuman su parte de
culpa y quienes por el contrario se consideren cargados de razón. Y
bueno, luego están los que de forma sistemática me consideran a mi
culpable de todo y no tienen ni pizca de razón, pero bueno, estos ya
son como un grano en el culo de mi vida. Cansinos hasta la
extenuación. Aún con estos y sin entonar el mea culpa, también me
debo analizar y lo hago.
No sé si les quedó clara la
explicación pero no me replicó ninguna. Bueno, la psicóloga, no sé
si porque la pago, dijo que debía juzgarme mejor, pero sería por
decir la última palabra porque en absoluto insistió.
A ver, yo no voy con las culpas a
cuestas todo el día. También hago cosas estupendas, eh? Pero...
frase de abuela (la de la bicicleta): lo cortés no quita lo
valiente.
Bueno, pues ahora, a ver si el Sr. Insomnio ha encontrado otra cama en la que yacer y puedo ya cerrar los ojitos.
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