jueves, 8 de noviembre de 2012

Matrimonio de conveniencia

Parece que la palabra patrimonio no genera ningún tipo de controversia. Todos entendemos y asumimos sin queja alguna, que patrimonio es el conjunto de bienes que pertenecen a un individuo, por dar una definición rápida. Tratando de hacer un estudio etimológico de la palabra he encontrado lo siguiente:

Patrimonio proviene del latin patrimonium, palabra formada por la raiz patri (padre) y el sufijo onium (recibido). De lo que deducen que patrimonio es todo aquello "que se recibe del padre". Y de esos barros, proceden estos lodos. Dicha acepción es la que más o menos nos ha llevado al entendimiento del "patrimonio" actual.

Podríamos por tanto pensar que matrimonio, que a su vez proviene del mismo latín matrimonium,  debería entenderse como lo "que se recibe de la madre" puesto que etimológicamente solo difiere de lo anterior en la propia raiz matris (madre). Sin embargo, cuando buscas la etimología de matrimonio, te encuentras con significados distintos que se basan en que el sufijo para esta palabra no parece ser onium sino munium, que se traduce como (cuidado u oficio) según leas a unos u otros. Es decir, matrimonio deriva de "matris munium", "cuidados de la madre" u "oficio de madre". Visto esto, una ya no sabe a qué atenerse: ¿lo que se recibe del padre o la madre?, ¿cuidados del padre o la madre?, ¿oficio de padre o madre? Sea como fuere, su significado nada tiene que ver con el que se ha adoptado o adaptado, o quizás, manipulado. Lo cierto es que tanto "patrimonio" como "matrimonio" eran conceptos incluidos en el Derecho Romano que nada tienen que ver con el concepto actual pese a que patrimonio ha sido el menos desvirtuado de los dos.

¿Qué ocurrió con matrimonio? Que un buen día llegó la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana y Su Puta Madre y lo convirtió en sacramento. Y como tantas otras cosas de las que se apropiaron, se convirtió en Verdad Divina sin opción a réplica. De esta forma, el matrimonio se convirtió en la perpetua unión entre hombre y mujer con una serie de deberes y obligaciones que metiéndome en camisas de once varas, se incumplen en todos y cada uno de los casos, pero ese, es otro cantar.  Por suerte, se contempla en la legislación el matrimonio civil y si nos ceñimos a la definición que de él se da en el DRAE es aquel que se contrae mediante la ley civil sin intervención del párroco, lo cual  permite las uniones entre personas sin atender a razones de sexo siempre que nuestras leyes así lo permitan. Ya ves, es lo que tiene la evolución de las leyes, que deben adaptarse a las realidades sociales. Los tiempos en los que se juzgaba con la Biblia en la mano, por suerte terminaron. El matrimonio civil es un derecho para el que lo quiera contraer, no una obligación. ¿Qué os hace pensar a vosotros, católicos o cristianos, que vuestro matrimonio tiene que ser una obligación para todos?

Venga, seguir rasgandoos las vestiduras, que en esta cruzada habeis sido derrotados. Cuanto lo siento, oye. 

Images In Vogue - Call It Love (1985)