jueves, 16 de enero de 2014

Razones para brillar

Cuando uno decide ser feliz, los días comienzan a darte motivos para ello. No tienes que esforzarte para encontrar una razón para la felicidad porque no hay razones, la felicidad está a tu alrededor. La respiras, la sientes, la vives. Hay una frase que le escuché en una conferencia al Dr. Wayne Dyer que me encantó y que decidí poner en práctica:

Cuando cambias tu forma de mirar las cosas, las cosas que miras, cambian.

Lo practiqué y por suerte sin mucho esfuerzo por mi parte. Ayudada por otra serie de rutinas que adquirí y que me permitieron que el cambio se produjera, reconozco que no hay frase más cierta que esa porque todo comenzó a cambiar, porque todo empecé a verlo con otra perspectiva, sin que nada me causara daño. Algunos sentimientos que estaban más arraigados los aparté de mi, unos con más esfuerzo que otros, pero al final, no son más que sentimientos. Los sentimientos no soy yo y por ello, puedo dejarlos ir, evitar que se anquilosen en uno mismo. Cuando las actuaciones de otros te dañan, puede ser que sean deliberadas en cuyo caso  lo mejor que se puede hacer es apartarles de tu camino. Cuando no lo son, lo que pienso es que cada uno hace las cosas como mejor sabe hacerlas, que tienen sus propias razones aunque uno crea que les falta empatía para entender lo que están haciendo y en esos casos, el daño, aunque lo sientas, procuras asumirlo con otra actitud ya que no pretenden hacerlo.

El caso es que he aprendido a disfrutar de las cosas, de la gente, de los detalles... Y la vida no es de color de rosa sino de mil colores. Y a mi, me gustan.  En estos días he tenido unos cuantos momentos de satisfacción para eso, para pintar de colores mi vida. 

- Razón 1: Como a lo largo de estos meses he leído y tenido conocimiento de muchas ideas que me eran totalmente desconocidas, se ha tambaleado mi concepción sobre la realidad generándome muchas dudas, rompiendo muchos esquemas que había asumido con los años. No sabía muy bien que hacer con todo eso, no sabía como aplicar la razón a todo lo nuevo así que recurrí a aquel con el que durante años podía hablar de estas cosas y conseguía llevarme por el camino del razonamiento. A veces, generándome más dudas pero de cualquier forma, el único que me hacía reflexionar aportando lucidez con su mente matemática pero sobre todo, aportando el conocimiento que a mi me falta y de esta forma, hacerme dudar de mis propias dudas, planteándome preguntas que me obligan a buscar una respuesta para defender mis ideas y así ir aclarando lo que pienso, aportando ideas que me hacen rebuscar aún más, aclarando conceptos que a mi se me escapan y que con su habilidad para hacer fácil lo difícil y con su paciencia, yo siempre extraigo un beneficio propio y supongo que él ninguno, porque como le dije, nunca entendí muy bien que podía aportarle yo de satisfactorio en su vida.  Y sin esperar que me contestara lo que tantas veces me pregunté, me llegó una respuesta:

Dices que no sabías lo que veía en ti. Pues muy sencillo: veía pasión, por todo, por aprender, por experimentar, por vivir, tanta que hasta llegué a sentirla yo mismo. Un poco de esa pasión tuya se quedó conmigo: la he cuidado con mimo, no para vivirla, no para ser apasionado, cada uno es como es, sino para que me sirviese dé modelo y así vivir apasionadamente. 

No sé si con la pasión se va a ningún sitio. Yo he llegado hasta aquí y según quien haga la lectura, las consecuencias de mi pasión no es que sean dignas de ejemplo. No, si no quieres enfrentarte a un cáncer que por otra parte, también estoy viviendo con pasión, cada uno es como es. Pero si a él le ha servido para vivir apasionadamente, de lo que puedo dar fe, pues entonces todo ha merecido la pena.

El diálogo aún no ha terminado. Me toca a mi ahora dar la réplica a las preguntas pero lo dejé aparcado unos días hasta que me encuentre en condiciones de contestar, hasta que tenga el momento de tranquilidad para la reflexión y el orden que merece la contestación. Pero tengo que agradecerle que dedique parte de su tiempo a mi maraña mental.

- Razón 2: Una de las razones por las que además dejé el tema anterior aparcado fue que empecé a dudar de mi recuperación física, a pensar que algo no iba bien y quise centrarme en mis rutinas de sanación. Sin embargo, fueron pensamientos sin fundamento. Un nuevo TAC ha vuelto a indicar que todo sigue avanzando perfectamente, que centímetro a centímetro se van diluyendo las lesiones y aunque el resultado no lo recibí con la alegría del otro porque no iba esperando esa noticia, lo cierto es que en esta ocasión fue el oncólogo antipático el que me inyectó la ilusión.

- Razón 3: Hoy he ido a que me dieran un nuevo chute en el nuevo centro. Apuntar que, siendo privado, desmerece bastante en comparación con la Seguridad Social. Pero estoy donde tengo que estar, al lado de los ensayos y los programas nuevos de los que quizás en algún momento me pueda beneficiar y por otra parte, aquí como parece que tienen un poco de prisa, lo que antes me me metían en el cuerpo en tres horas, aquí lo reducen a una. No sé si será mejor o peor pero lo cierto es que salir cuanto antes del hospital yo lo agradezco. Como me pilla mucho más cerca de casa he ido al dentista para pedir una cita para mi hija y me iba a marchar pero como un pálpito he sentido la necesidad de preguntar por mi propio dentista al que tenía que haber visitado para una revisión y al que no me permite ir el tratamiento que me están poniendo. No ha dudado en atenderme ni un momento. Le he contado un poco como estaban las cosas y según he empezado a hablar le ha achacado mi enfermedad al estrés al que nos sometemos sin razón. Me contaba que él es muy propenso a la preocupación por cosas que realmente no son importantes y que ayer mismo se planteaba el tomar una decisión en su vida que cambiara eso. Cuando me marchaba me ha dicho. Nada pasa por casualidad. Hoy estás aquí para darme una lección a mi y demostrarme que lo que pensaba ayer es lo que tengo que hacer. Yo te veo estupenda, sigue así. Así que he salido de allí radiante por haberle servido para algo.

- Razón 4: Ayer me desperté dolorida por un montón de sitios. Es lo que tiene esto de follar una vez al año y más cuando tus condiciones físicas están un poco mermadas. Uno no siente más que el placer de enredarse con otro cuerpo y se olvida del contorsionismo físico hasta el día siguiente, que te lo recuerdan algunos músculos que casi habías olvidado. Pero ojalá todos los dolores fueran por esa razón. Por fin fuí capaz de despedirme porque enmudecí mientras se marchaba y todo lo que recibí por respuesta fue un poco más de amor para guardar:

Sigue igual porque lo estás haciendo muy bien y lo conseguirás. Nunca tengas bajones y en el momento que los haya recuerda que te llevaré en mi corazón siempre.

Yo también. Cómo olvidarte si todo lo que he recibido desde el momento en que apareciste en mi vida fue un amor que no se quedó en palabras que se lleva el viento sino que lo dejaste grabado en mi piel.  Eres sencillamente eso, un amor.

- Razón 5: Mis amigos son un gran motor en mi vida. Los de verdad. Esos poquitos que se cuentan con los dedos de una mano y aún te sobran dedos. Los que se preocupan cuando te ven preocupada por tu salud pero no te lo dicen y te suben el ánimo con risas y mil detalles. Los que cuando les cuentas que todo sigue perfectamente explotan de alegría. Los que te invitan a su casa para darte una sesión de reiki antes de ir a la quimio al día siguiente para que vayas con las pilas cargadas pese a que ellos llegan cansados del trabajo y lo que deberían es tumbarse y relajarse. Esa es Mb. Los que aún teniendo un día complicado  en el trabajo donde les han dado por todos lados te dicen que les importa una mierda porque no pueden pedirle más a la vida si cuando al llegar a casa su chico le da un abrazo del quince y saben que su amiga sigue mejorando. Esa es MJ. Los que te mandan mil besos y te dicen que tus palabras son lo mejor que reciben en su vida, que saberme así les sirve de ejemplo y de aliciente. Esa es Mon. Los que si les hablas de una fruta en latinoamérica mueven a todas sus amistades para localizartela y tenerla en su próximo viaje. Ese es E. Los que siempre tienen un recuerdo para ti y te mandan mensajes continuamente para demostrarte que están siempre ahí y además lo publican en tu muro para que no lo olvides. Esa es P.

Si descubres además que algunas personas que se han cruzado en tu camino últimamente, se convierten en una constante en tus días. Porque mis gatitos también me han regalado una nueva amiga. Una cría muy especial a la que yo he cogido mucho cariño y que ella me lo devuelve a mi casi a diario. Esa es N. Que ha estado en mi casa en un par de ocasiones y he disfrutado de su compañía y de ese carácter encantador que tiene. A la que invité con su chica la última vez para que participáramos entre las tres de la amistad y lo pasamos estupendamente. Porque las dos son un encanto de chicas y mis hijos disfrutaron también de su compañía.

Y yo me digo como mi amiga MJ. Si es que no puedo pedir más porque todos los dias hay razones para brillar en mi vida.