lunes, 19 de marzo de 2012

El suicidio de las palabras

Es tremendamente frustrante tener la necesidad de vaciarse en palabras y no ser capaz de articular nada. Desespera sentarse a escribir y que empiecen a atropellarse las ideas hasta levantarse en torbellino inconexo. Avanzas y retrocedes una y mil veces, escribiendo, suprimiendo, deseando encontrar la forma de comenzar. Como si de un sumidero se tratara, palabra tras palabra despegan de mi cabeza y precipitan por mi garganta sin encontrar asidero donde reposar. Y en mi interior, cada vez hierve más el deseo de estallar en pedazos escritos. Tiempo perdido que tan solo aumenta la presión. Si pudieras ver como se desgajan las palabras... como si las letras fueran una sucesión de corcheas unidas, que perdiendo el equilibrio del pentagrama, se desmoronan y penden en el vacío de mi cabeza carentes ya del sentido y significado que les proporcionaba la unión entre sí. Un sin sentido, un suicidio involuntario para el que no tengo freno. Un grito ahogado que se pierde en el vacío de mi pecho y que retumba con cada palabra-cadáver que hoy, no quiso ver la luz.

Un obscuro silencio ha ganado la batalla y nada finalmente ha sido escrito.


One Thousand Violins - If Only Words (1989)