martes, 19 de noviembre de 2013

Always The Sun

Al salir hoy de casa el día me regalaba una resplandeciente jornada que no esperaba y me he dicho: Empezamos de puta madre. Tenia una cita con la química que no me apetecía nada pero los rayos de sol se convertían en aliciente durante el trayecto y entré en el hospital con su brillo en la mirada, la sonrisa en el rostro y la alegría en el corazón.

El médico me esperaba con la analítica del día anterior impresa y por una vez, le he visto satisfecho y contento. No sé cuantas veces me ha repetido el "muy bien" pero lo mejor para mi ha sido que la vez anterior le pedí que me dejara por mi cuenta recuperar mi sistema inmunológico y evitarme así las inyecciones que a él tanto le gustan. Aunque no muy convencido, accedió y hoy le he demostrado que la medicina tradicional, no lo es todo. No hace falta dañar para recuperar. El nivel de neutrófilos con las inyecciones pasó de 3,6 a 5,2 y luego a 7,2. Sin inyecciones, hoy lo tenía en 7,9 y me he evitado el dolor articular y muscular que me producían. Mi cuerpo y mi yo, lo hemos agradecido y eso que el fin de semana habia sido un poco ajetreado y había sacado los pies del plato en unas cuantas ocasiones. Él dice que es porque mi cuerpo estaba muy debilitado por la quimio y ya se encuetra mejor. Claro, para tí la perra gorda. Como si hubieras dejado de darme la quimio. A él no le interesa nada de lo que hago y a mi me interesa poco lo que me dice. Lo demás sigue mejorando y mucho. Yo miro los análisis y decido donde he de poner el foco de atención. Para la siguiente vez voy con otra propuesta, a ver que me dice. Me gusta más esto de seguir mi propia intuición porque creo que da más frutos.

Me encanta este devenir de los días. El final de la historia cada vez más cerca.

Hoy el día se lo merecía y lo repetimos:

The Stranglers - Always The Sun (1986)