Quien fue.
Quien estremecía mi alma.
La invisible caricia
La invisible caricia
que en días me acompañaba.
La que erizaba mi piel
y me paralizaba
para dejarte hacer,
para que no te marcharas.
Quien fue.
Quien a diario venía
como fantasma.
Quien acariciaba mi pelo
en la soledad de mi almohada.
en la soledad de mi almohada.
Quien fue
el que vino
para dejarme abandonada.
el que vino
para dejarme abandonada.
* * *
No hace mucho, durante un tiempo, sentí una presencia extraña. Sensaciones que se repetían a diario en cualquier rincón de mi casa. Cuando me sentaba para dedicarme un poco de tiempo, cuando a la noche me iba a la cama o cuando amanecía un nuevo día. Pero todos los días estaba ahí y yo me sentía acompañada. No lo esperaba. Aparecía por sorpresa y cuando ocurría, me quedaba quieta, se me erizaba hasta el pensamiento. Era como una caricia venida de quien sabe donde que se paseaba por mi cara o mi cabeza. Y yo cerraba los ojos y deseaba que se quedara. Era un instante de paz que se convirtió en placer con los días. Pero se fue. Y lo echo de menos.