jueves, 9 de mayo de 2013

Limpio aquí y limpio allá

Adaptación de la letra de la canción de Mecano que más se adapta a mi situación actual. Al limpiar allá le quedan aún un par de días pero con lo de aquí, tengo bastante por ahora. El allá será otro cantar distinto algo más desgarrador o como mínimo, agotador, porque al limpiar hay que unirle el pintar y prefiero no pensarlo por ahora. Lo que tengo claro es que gimnasio por ahora, no necesito. Me pego sesiones maratonianas de 10 horas en las que me agacho y me levanto haciendo piernas, hago pesas y lumbares con cajas, biceps atornillando y desatornillando, hombros pasando trapos por muebles y cristales, casi equilibrios en barra subida a una escalera con posturas de contorsionista y a todo esto, el resultado es: moratones, heridas, uñas rotas, riñones al jerez, etc. etc. Amos, como el año pasado pero ya con experiencia que dicen que siempre es un grado. En esta ocasión he procurado no empujar las cajas con las piernas y evitarme la lesión de rodilla con la que estuve unos cuantos meses. ¿Alguien necesita hacer una mudanza? Pues que llame a otra porque yo ya no me muevo más, salvo hecatombe, hasta dentro de cuatro años que creo que me toca largarme una vez más.

Hoy se ha producido el amerizaje de los de la mudanza por eso de que estamos al lado del mar y como algo de mar se habrá ido en el camión entre mis cosas, lo que queda es el estupendo desembarque que ya llegará. Sin saber cuando se presentarían, amanecí temprano con idea de desayunar ese estupendo café frío en vaso que me ponen en taza y las tostadas que siempre tardan una hora en llegar pero al salir me topé con el camión que aunque con las cortinas echadas en la cabina, señal de que dentro dormían, pues acabó con los planes de un desayuno relajado. Café en taza y rapidito, sin más. Luego resultó que los del camión durmieron hasta las once y mi estómago se empezó a impacientar hasta que finalmente creo que cayó desmayado sin alimento y no se volvió a quejar. Aparecieron tres tíos que habían llegado a la puerta de mi casa a las seis de la mañana tras un viaje desde Málaga, así que quién les va a decir si llegan pronto o tarde en semejante situación. En esta ocasión me he librado del dominicano bailarín de la vez anterior por suerte para mi que no me apetecía un carajo brear hoy con nadie. Al tercer "señora" me he plantado delante de ellos y les he dicho que me llamaba Pilar para evitar que me amargaran el día pero resulta que su jefe se ha empeñado en que me llamo Cristina, menos mal, por lo menos no ha sido el Carmen habitual, y he acabado atendiendo por cualquiera de los nombres. Hoy estaba realmente cansada, pero casi más de verles a ellos cargar, que del propio cansancio acumulado de días y eso que decían que hoy para ellos era un descanso. Claro, si se lo he dado casi todo hecho. Descanso el que voy a necesitar yo cuando acabe con todo. Voy a necesitar otro año sabático como dicen que me he pegado, para recuperarme del todo, solo que en esta ocasión nada podrá ser.

Cuando han terminado con todo, que no ha sido antes de las seis, les he dicho si se querían duchar y me han mirado todos con ojos de deseo pero por supuesto por la ducha, que nadie estaba hoy pa desear ná. Así que mientras que se iban duchando he pasado un rato con cada uno de ellos escuchando sus historias y sus vidas. Y siempre es curioso conocer. Un rumano veterinario que quería ser piloto y no pudo ser y acabó haciendo mudanzas. Uno de esos que abandona su país buscando una oportunidad al que por supuesto le gustaría trabajar en otra cosa más relajada pero que se siente feliz aquí. Y otro que engaño a la muerte en un escape angustioso de gas en su casa. Un ratejo de relax para todos. Ellos finalmente, carretera y manta y yo con el "limpio aquí y limpio allá". Un poco más de ejercicio para el body que ya no se queja de ná. Chutazo de ibuprofeno por si se le ocurre rechistar y a seguir.

Un gurruño, que no burruño como creía yo, de mierda considerable que ha salido del suelo de toda la casa y que pa mi que me lo han traído estos porque... ¿ande estaba todo eso metido? Era tal lo recogido que si llego a saber que vivía conmigo lo hubiera saludao por las mañanas. Qué horror!!!

Ahora habito en el vacío de una casa sin vida salvo la que me queda a mi. Espero que tras tanto agotamiento, pues esta noche toque dormir.

Bueno, hoy si que voy a poner music por eso de hacer alguna cosa más que parece que hemos hecho pocas. The Silence, una tónica más que habitual en mi vida.

The Rope - The Silence (2011)

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